Subir o bajar de la montaña constituye la realización de actos trascendentes, que dejan huella -perceptibles en mayor o menor grado- en el alma de los humanos, influyendo en el ánimo y por ello en el comportamiento. Llegar a las montañas es verdaderamente el gran hallazgo que nace del eterno anhelar del espíritu. Elevarnos en esos escenarios de piedra, agua, hielo y luz, sobre todo luz, es caminar hacia la liberación, el gran sentimiento de la cima. En la ascensión, travesía o escalada a las cimas, es donde verdaderamente podemos "probarnos" a nosotros mismos sin engañarnos con "experiencias prestadas". Nietzsche situó a Zaratustra en las montañas alpinas, Buda nació en el Himalaya, Sinaí fué en sus escarpaduras escenario de Dios y de Moises, el Arca de Noé zozobró en el monte Ararat... Todas las montañas de la Tierra son mágicas y constituyen un bosque inmenso de símbolos.

César Pérez de Tudela

martes, 28 de diciembre de 2010

Puerto de los Cotos-Refugio Zabala-Hermana Menor

El pasado día 18 de diciembre dimos inicio a la temporada de invierno 2010-2011. En los días precedentes la lluvia y el ascenso de la temperatura se han llevado gran parte de la nieve que ya cubría el macizo de Peñalara y que podíamos ver desde la Mujer Muerta en nuestra última excursión. A pesar de ello nos calzamos las botas y nos vamos para allá.
En esta ocasión el equipo lo formamos José Manuel, leyenda de la escalada en roca del País Valenciano, y Pablo. En estas fechas Juanjo sigue su viaje por India y Nepal del que esperamos que traiga fotos con las que ilustrar algún relato de este blog.
En fín, que tras un café con churros en Valdemoro nos dirigimos al Puerto de los Cotos, donde llegamos a eso de las 8:45 y enseguida nos ponemos a andar por el camino que constituye la ruta normal a Peñalara.

La fuente Cubeiro helada
A pesar de que no hace tanto frío como en días pasados, a estas horas la fuente Cubeiro está casi completamente helada.

Sale el Sol en las primeras rampas.
Continuamos a un ritmo tranquilo por el camino con ausencia total de nieve. El Sol nos saluda y el ambiente se va templando un poco.

Tras nosotros, Peñalara.
Llegamos al final del repecho donde parte el camino hacia el refugio de Zabala. Aquí nos paramos un momento a charlar con otros montañeros sobre la falta de nieve y les pedimos que nos saquen esta foto para la posteridad.

Descansando en el refugio.
A las 9:45 llegamos al refugio (1 hora desde la salida) y nos tomamos un bocata y unas mandarinas valencianas. Mientras tanto valoramos que itinerario tomar. El aspecto que presentaba el entorno era el de las dos fotos siguientes.

Circo de las dos Hermanas.

Circo de Peñalara.
Finalmente decidimos subir hacia el Pico de la Hermana Menor (2.269 m.) por alguno de los pequeños canales de nieve que hay entre las rocas.

Salimos de "El Crustáceo Crujiente"
Abandonamos el refugio a eso de las 10:00 y comenzamos a ganar altura. Enseguida llegamos a las primeras zonas cubiertas de nieve, que está realmente dura. Como hay muchos sitios por donde avanzar, elegimos lo más difícil: una chapa de hielo que nos obliga a calzarnos los crampones.

Por lo más difícil...
Usando los pinchos.
Es la primera vez que Jose se calza los pinchos, pero progresa por el hielo sin dificultad. Es un valiente.
Una vez superado el hielo nos fijamos nuestro objetivo.

Por ahí.
Se trata de una canal de nieve corta pero "disfrutona", con una pendiente aproximada de 45º a la entrada y algo más empinada al final. La nieve está perfecta para aplicarse bien con los crampones, pero antes de seguir hay que dar unas pequeñas clases porque para Jose es su primera vez.

Usando el piolet...
Primero la técnica básica de progresión con piolet.

...y las autodetenciones.
Y luego las autodetenciones, por si acaso. Siempre dan juego para hacer un poco el chorra, como en la foto.
Después de este minicurso intensivo nos metemos en materia.

Entrada a la canal.
Al principio Jose va primero y yo detrás, con la cámara de fotos.

Momentos de tensión...

...seguidos de momentos de euforia.
Luego le paso la cámara y me hace unas fotos desde un pequeño resalto rocoso.

Subiendo...

...y subiendo.

Finalmente me adelanto para inmortalizar el momento de la salida de la primera canal de Jose (y no será la última).
 
En plena acción.

Disfrutando del esfuerzo.
¡Campeón!
En la cima nos fundimos en un abrazo y nos prometemos que no será nuestra última ascensión juntos.
Son las 11:20: una hora perfecta para iniciar el descenso.
En una horita de cómodo descenso por el camino (con unos cuantos resbalones míos en el hielo) nos plantamos en el puerto de los Cotos y nos tomamos el descanso de los campeones. ¡Por esto venimos a la montaña! 

El remate perfecto...

...para una mañana perfecta.

domingo, 14 de noviembre de 2010

La Mujer Muerta

Animados por las buenas sensaciones que nos produjo nuestra primera actividad de la temporada (la conocida Cuerda Larga), nos proponemos darnos otra buena paliza en la Sierra de Guadarrama. Esta vez elegimos un recorrido inédito para ambos: desde el puerto de Navacerrada hasta la Peña del Oso, situada en la cuerda conocida como La Mujer Muerta. Se trata de un itinerario de ida y la vuelta de 23 Km en total, con un desnivel positivo acumulado de 1.500 metros y una altitud máxima de 2.197 metros sobre el nivel del mar. Aproximadamente durante un tercio del recorrido estaremos por encima de los 2.000 metros.
Nubes sobre los Siete Picos

Las nubes que vemos desde la carretera presagian que la niebla nos va a acompañar, al menos en el primer tramo. Llegamos al puerto de Navacerrada, que está desierto. Hasta la cafetería está cerrada, así que nos olvidamos del café caliente, nos pertrechamos y comenzamos a andar a eso de las 8:20.
La pista de asfalto.

Desde la cafetería Dos Castillas tomamos la carretera asfaltada que junto a las pistas de esquí se dirige hasta la Residencia de Los Cogorros. A unos 700 metros llegamos al final de la pista de esquí de El Escaparate y giramos a la izquierda para tomar el Camino Schmid.
Inicio del Camino Schmid.

Este es un camino muy conocido y transitado (menos hoy, que lo tenemos solo para nosotros), bien señalizado y sin grandes desniveles. Debe su nombre al suizo Eduard Schmid, uno de los socios fundadores de la Real Sociedad Española de Alpinismo Peñalara, que en 1926 señalizó la ruta que unía el puerto de Navacerrada con el albergue que dicha sociedad aún tiene en el valle de la Fuenfría.

La ligera niebla provoca un ambiente especial. El silencio solo se rompe por nuestra conversación y por el rumor de algún arroyo.
Un arroyo junto al camino.

50 minutos después de la salida llegamos a una bifurcación: el camino de la izquierda es el camino Schmid y conduce hasta Collado Ventoso; nosotros seguiremos por la derecha, la Senda de los Cospes, en dirección al puerto de la Fuenfría.
Bifurcación a Collado Ventoso.

El puerto se denomina así por la fuente que hay a un centenar de metros, poco antes de llegar al collado, en la que nos hacemos la pertinente foto.
La Fuen fría

El puerto de la Fuenfría parece un nudo de carreteras. Confluyen en el la Senda de los Cospes, por la que hemos venido, y en sentido horario tenemos la carretera de la República, la Calzada Romana, la Vereda del Infante, la senda que asciende al Cerro Minguete y la pista que conduce a Segovia que se encuentra cerrada por una barrera. Llevamos andando 1:10 horas y hemos recorrido 6 Km así que nos tomamos el ya tradicional chocolate caliente y algo de comer para afrontar la parte difícil del recorrido de hoy.

Almorzando en el puerto.

Después de media hora de descanso iniciamos la subida al Cerro Minguete. Salvamos primero un talud corto y comenzamos a ganar altura entre los pinos y la niebla por un sendero poco claro al inicio pero más marcado según vamos ascendiendo.
Ascenso al Cerro Minguete.

El hecho de que el cerro Minguete sea la altura más modesta de las cuatro cumbres que vamos a ascender hoy nos hace confiarnos y ascendemos a buen paso. Juanjo marca un ritmo alto y yo me tengo que detener a media subida para recuperar fuelle. Resulta que esta es la peor subida que tendremos hoy y no haberlo valorado casi me deja tirado.
En la cumbre del Minguete, mirando hacia el Montón de Trigo.

Pero finalmente llegamos a la cumbre (2.026 metros) y, como por arte de magia, se abre la niebla y nos regala unas vistas magníficas. El ascenso ha sido breve (30 minutos) pero duro. Desde que salimos del puerto de Navacerrada hemos empleado 2:20 horas.
La Pinareja a la derecha y la Peña del Oso a la izquierda.

Si miramos hacia el norte vemos, muy cerca de nosotros, el Montón de Trigo. Y al noroeste, más lejos, la Pinareja y la Peña del Oso, nuestro destino de hoy. Estas dos cumbres junto con el Pico de Pasapán (al que dejamos fuera de la excursión de hoy) forman la cuerda conocida como La Mujer Muerta, denominada así porque vista desde Segovia recuerda a la silueta de una mujer que yace sobre las montañas.
Peñalara y Cabezas de Hierro al fondo.

Sin entretenernos mucho descendemos al collado que nos separa del Montón de Trigo, desde donde vemos hacia el este el macizo de Peñalara y las Cabezas de Hierro, cubiertos de nieve.
Subiendo el Montón de Trigo.

La subida al Montón de Trigo la realizamos entre roca y nieve, empleando aproximadamente 35 minutos desde el collado. El camino no está muy marcado y vamos buscando el paso entre las rocas con la cumbre siempre a la vista.
El macizo de Peñalara desde la cumbre del Montón de Trigo.

A eso de las 11:20 llegamos a la cima (2.161 m.s.n.m.). Sopla un viento frío que no invita a quedarse mucho tiempo, así que disfrutamos brevemente de las vistas hacia Peñalara y la Cuerda Larga y empezamos el descenso hacia el collado que nos separa de la cumbre de la Pinareja.
Bajando hacia el collado de Tirobarra.

Por este lado la pendiente es menos acusada y el camino está bien definido, así que descendemos rápido pero con precaución, ya que el hielo sobre las rocas nos hace resbalar  más de una vez.
La pedrera de La Pinareja.

Una vez alcanzado el collado de Tirobarra, en el que aún se pueden observar restos de trincheras de la guerra civil, comenzamos la ascensión a la Pinareja. El sendero se va transformando en una pedrera muy descompuesta que finalmente nos conduce a la cima (2.197 m.s.n.m.). Hace 4:15 horas que salimos del puerto de Navacerrada.

El camino que nos queda hasta la Peña del Oso.
Desde aquí vemos la Peña del Oso. Parece lejana aún y vamos un poco mal de tiempo, así que seguimos casi sin detenernos. También se puede ver, más a la derecha y sobre el mar de nubes, el macizo central de Gredos.
Entre Pinareja y Oso.

La cresta que separa la Pinareja de la Peña del Oso está compuesta por bloques de piedra y progresar por aquí no es cómodo. Además en ocasiones hay que ir por el lado derecho de la cresta, que está en la zona de sombra, y aquí las rocas tienen una fina capa de nieve helada que nos obliga a prestar muchísima atención. Es tarde y el regreso será largo, así que dudamos si lo más prudente sería darse la vuelta. Decidimos avanzar durante 10 minutos más y valorar si renunciamos a llegar. Y la decisión resulta acertada, porque enseguida salimos de la incómoda pedrera y llegamos a la amplia cumbre de la Peña del Oso (2.196 m.s.n.m.).
Llegamos a Oso.

Allí nos encontramos con dos montañeros veteranos que acaban de llegar, pero viniendo desde el puerto de Pasapán. Charlamos un ratito con ellos y nos hacen la foto junto al vértice geodésico y los osos. Este es el extremo de nuestro recorrido de hoy.
Los osos...

Hemos empleado 5 horas (incluyendo paradas para comer y hacer fotos) en recorrer los 12 Km. que hay desde el puerto de Navacerrada hasta aquí. Como no queremos que se nos haga de noche a la vuelta, tomamos un poco de fruta y salimos rápidamente.
A media ladera, hacia el collado de Tirobarra.

Para volver desde la Peña del Oso bajamos por donde hicimos la subida pero, para evitar tener que subir otra vez a la Pinareja, antes de llegar al collado que separa estos dos picos, nos vamos desviando a la derecha y bajamos en diagonal para, yendo a media ladera, retomar el camino en el collado de Tirobarra.

De esta manera ganamos media hora, pero la bajada entre canchales y piornos nos deja las piernas bastante castigadas.
Valle de Río Moros.

En este tramo la vista hacia el sur nos muestra el pinar del valle del Río Moros, con los embalses del Espinar y del Tejo.
Continuamos en dirección al Montón de Trigo, pero antes de iniciar el ascenso nos volvemos a desviar a la derecha para ir a media ladera directamente hacia el collado Minguete, evitando la subida. Y aquí es cuando empieza nuestro calvario, porque no somos capaces de dar con el sendero y atravesamos la ladera a lo bruto, entre bloques de piedra, piornos y, después, pinos cuyas ramas no hacen otra cosa que engancharse en nuestras mochilas. Entre juramentos y maldiciones llegamos al collado y, después de una breve cuesta, a la cumbre del cerro Minguete. Son las 15:40 y hemos empleado dos horas desde que iniciamos el regreso.
Al fondo, Gredos.

Hacemos una foto en dirección a Gredos, donde esperamos volver esta temporada, y bajamos hacia el puerto de la Fuenfría. Si la subida al Minguete fue dura esta mañana, el descenso ahora se nos hace largo y doloroso. Las piernas están muy castigadas y los gemelos "echan  humo" de retener la bajada.
La estampa de la derrota.

Después de 20 minutos de descenso que a nosotros nos parecen una eternidad, llegamos al puerto y nos dejamos caer sobre las rocas. Descansamos y nos comemos un bocadillo para reponer fuerzas. Ya nos queda lo más fácil: la senda de los Cospes y el camino Schmid hasta el puerto de Navacerrada, al que llegamos a las 18:00, justo a la hora de la puesta del sol.

Hoy la montaña nos ha dado una paliza. Al menos Juanjo se va con un buen entrenamiento a su inminente viaje a la India y Nepal.
Como dicen por allí, Namasté!

lunes, 18 de octubre de 2010

La Cuerda Larga

El día 16 de octubre realizamos la travesía de La Cuerda Larga, dando así inicio oficial a la temporada de Montaña 2010-2011.


Aún tratándose de una actividad que carece de dificultad técnica, constituye una de las travesías más duras de las que podemos hacer en la Sierra de Guadarrama: son 20 km (prácticamente todos por encima de los 2.000 metros) y un desnivel positivo acumulado de casi 1.200 metros.


Saliendo de Navacerrada

Tras dejar uno de los coches en el puerto de la Morcuera nos dirigimos con el otro vehículo al de Navacerrada y después de tomar un café en Venta Arias nos ponemos en marcha a eso de las 9 con una temperatura de sólo 2 graditos.

Por la Senda de Las Cabrillas

Tomamos la Senda de Las Cabrillas que en un suave ascenso nos conduce hasta la Loma de Emburriaderos. Al llegar aquí giramos bruscamente a la izquierda y en pocos minutos llegamos a la pista de hormigón (25 minutos desde la salida).


Alcanzamos la pista de hormigón

Desde aquí damos vista a los repetidores de televisión del Alto de las Guarramillas, a los que llegaremos en 25 minutos de cómoda ascensión por la pista.


Alto de las Guarramillas

Junto a las antenas de "La bola del Mundo" empiezan a calentarnos los primeros rayos de sol. Es la primera cumbre de nuestra ruta de hoy (2.258 m.s.n.m.).


Mirando hacia Valdemartín y Cabezas de Hierro

Si miramos hacia el Este podemos divisar parte del recorrido que nos espera: en primer término la bajada hacia el Collado de las Guarramillas (2.159 m.) , la subida a Valdemartín y, al fondo, Las Cabezas de Hierro.


Chocolate... ¿caliente?

En 15 minutos de bajada llegamos al collado, donde decidimos hacer la primera parada (de 30 minutos) y tomamos un almuerzo consistente en "barritas energéticas" de salchichón ibérico y un magnífico chocolate autocalentable (cortesía de PiliDu). Nuestro ansia hizo que tomásemos fríos los primeros sorbos por no esperar los tres minutos que indicaban las instrucciones...


Las cuatro torres


Desde el collado podemos ver el complejo de rascacielos de las Cuatro Torres,en el centro de Madrid, emergiendo sobre la calima de la mañana.

Subida a Valdemartín

Una vez repuestas las fuerzas iniciamos el corto pero fatigoso ascenso a Valdemartín (2.282 m.) por un sendero que discurre junto a la valla de las pistas de la estación de invierno de Valdesquí. En 20 minutos estamos arriba y sin detenernos iniciamos el descenso hacia el siguiente collado.

 
Una mirada hacia atrás

A continuación iniciamos el ascenso al "techo" de nuestro recorrido de hoy: la doble cumbre de Cabezas de Hierro. Subiendo a la Cabeza de Hierro Menor echamos la vista atrás y vemos parte del itinerario recorrido, con las antenas del Alto de las Guarramillas al fondo. Más atrás y a la derecha se recorta la silueta de Los Siete Picos.


Cabeza de Hierro Menor


45 minutos después de la cumbre de Valdemartín llegamos a Cabeza de Hierro Menor (2.376 m.) la cual encontramos con bastante gente. Sin detenernos, continuamos nuestra marcha.


Destrepe de La Menor

Aunque se puede evitar, nosotros elegimos descender haciendo un pequeño destrepe para darle un poco de emoción al asunto.
Cabeza de Hierro Mayor

Y unos 15 minutos más tarde, un conocido de Juanjo al que nos encontramos allí, nos hace la foto en la cumbre de Cabeza de Hierro Mayor. Llevamos algo más de 8 kilómetros recorridos y estamos a 2.381 metros de altitud.
Por la Loma de Pandasco, con Peñalara al fondo

Enseguida iniciamos el abrupto descenso que nos lleva hasta la Loma de Pandasco, por la que marchamos a buen ritmo y sin tener que salvar grandes desniveles durante casi 4 kilómetros.
Al final de la loma, Navahondilla.
Al final de la Loma de Pandasco divisamos el alto de Navahondilla (2.234 m.). A pesar de ser corto, su ascenso se hace duro ya que llevamos casi 13 kilómetros desde el inicio.

Cumbre de Asómate de Hoyos
Formando una cumbre doble con Navahondilla está el Alto de Asómate de Hoyos (2.242 m.), al que llegamos 5 minutos después de aquella (1 hora y media desde Cabeza de Hierro Mayor). El sitio es ideal para realizar un descanso, así que nos tomamos otras "barritas energéticas" y reponemos fuerzas para afrontar el último tramo del camino.
Bajando hacia Bailanderos

Media hora más tarde iniciamos el descenso hacia el collado de Pedro de los Lobos, antesala de la última cumbre de hoy: el pico Bailanderos (2.133 m.). El paso no está muy claro y hay que estar pendiente de los mojones de piedras que indican el camino, saltando de roca en roca.


Cabras en Bailanderos

Finalmente atacamos por la izquierda, con las cabras indicándonos el camino a la cumbre. Desde Asómate de Hoyos hemos invertido 45 minutos.




La Pedriza
Al descender hacia el collado de La Najarra vemos una bonita estampa de la Pedriza a contraluz. Llevamos recorridos unos 16 kilómetros desde el inicio.

Cabra Hispánica
En el mismo collado nos recibe un grupo de cabras, bastante habituadas a la presencia de excursionistas. Algunas parecen posar para salir en la foto.

Bajada final
El último tramo es una bajada de algo menos de 3 kilómetros, no demasiado pronunciada pero si bastante incomoda -sobre todo en la primera mitad- a causa de las piedras y la estrechez del sendero.

Pero todo llega y finalmente alcanzamos el puerto de La Morcuera, después de casi 20 km de marcha y unas siete horas después de salir de Navacerrada (incluyendo paradas a comer y a hacer fotos). Como inicio de temporada no ha estado nada mal. Ahora, a descansar y a preparar la siguiente actividad.

Los esforzados montañeros al final del camino.